La Enseñanza de la Enredadera

Recuerdan la entrada que titulé Ver lo que no se ve?
Esto fué lo que al final vi, después de regar tanto!
Aquél día mi reflexión fue acerca de la FE, que es ''la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve'' y hoy sería ingrata sinó les dejara ver cómo creció el primer brote de la enredadera.
Ya la dábamos por muerta, porque a pesar de haber plantado un pedacito de tronco de 3 cm cortado a cuchillo (como las empanadas, jajaja) con unos tallos ralos y hojitas verdes, al día siguiente amaneció toda chamuscada. La lipié y a modo de ''acto de misericordia'' enterré el pedacito de tronco para ver qué sucedía.
A partir de ese día regué lo que no se veía y este fue el resultado.
Cuantas! Cuántas veces pasó eso en mi vida!! Áreas o sueños que parecían ''muertos'' o ''inútiles'' necesitaban una dosis de fe de mi parte para brotar y salir a la superficie.
La enseñanza que Dios me deja con la enredadera es sencillamente esa:
''No apagará el pábilo que humea, ni quebrará la caña cascada'' (Isaías 42:3)
Cuántas veces alguien ''descartó'' algún sueño, alguna habilidad, alguna expectativa que he tenido? Cuántas veces yo misma ''di por muerto'' algún interes, alguna amistad, alguna relación, algún deseo, algún llamado de parte de Dios?
Mucho cuidado! Que no lo estés viendo con tus ojos ahora, no significa que no esté aún con vida. Y Dios no termina de apagar con un soplido lo que aún está echando humito! No lo hagas vos entonces! Al contarrio!
Con su ''SOPLO'' puede avivar ese humito y provocar una gran incendio!
Sopla en mí Señor!